Además de otras muchas funciones, el Thermomix es una olla inteligente en la que podrá cocinar los platos de toda la vida, con la ventaja de no tener que preocuparse de remover el guiso para que no se queme o se pegue. La posibilidad de programar el tiempo, la temperatura y la velocidad a la que queremos cocinar. Le permitirá utilizar ese tiempo para realizar otras tareas o para relajarse. 

Cocinar con el Thermomix es fácil y divertido:
Al activar la balanza, el Thermomix pasará los ingredientes dentro del mismo vaso sin ensuciar más recipientes.

Cuando programamos el tiempo, el Thermomix nos avisará con una señal acústica diciendo: “Ya terminé, ya terminé, ya terminé”.

En el panel de mandos podemos elegir entre 8 diferentes temperaturas de cocción.
Ejemplo: Programando 100º evitaremos los efectos nocivos de sobrecalentar las grasas.
Controlamos la temperatura electrónicamente, por lo que el resultado de nuestros guisos será siempre el mismo y exactamente como deseamos. Hay que tener en cuenta que, si no se ha programado tiempo previamente, la máquina no calentará.

Seleccionando la velocidad Cuchara y Giro a la izquierda, nuestro Thermomix se encargará de remover lenta y suavemente incluso los guisos más delicados. Como los arroces caldosos o el arroz con leche. Precisamente el Giro a la izquierda está diseñado para que las cuchillas giren en sentido contrario, por su lado romo y así no corten. De este modo las cuchillas se conviertan en una suave cuchara de madera.

Imagínese el placer de conseguir una bechamel perfecta, que no se haya pegado a la sartén, que sin haberla removido no tenga ni un solo grumo, y todo ello porque el Thermomix es exacto en sus medidas, temperaturas y velocidades. Este es solamente un ejemplo de las virtudes de nuestro puchero mágico.