FREIR CROQUETAS CONGELADAS (Tradicional)
TRUCOS PARA FREIRLAS SIN QUE SE ROMPAN Y SIN QUE SE QUEMEN
Si están congeladas, no tengamos el aceite al máximo, sino ponerlo algo menos del máximo, y luego meterles cañita, si no se quedaran congeladas por dentro y quemaditas por fuera.
Para freír croquetas el aceite ideal es el aceite de oliva, puesto que con él lacroqueta absorbe menos cantidad y quedan mucho menos grasientas.
La temperatura es muy importante, así cuando veamos que al freír nuestras croquetas éstas se nos abren, no pensar que es porque la pasta no esté bien cocinada, si no porque la temperatura del aceite, no era la correcta. Se suelen abrir porque echamos muchas croquetas a la vez en la sartén, la gran cantidad de croquetas frías hacen que baje la temperatura del aceite y se rompan, por eso lo ideal es:
Ir haciéndolas en grupitos pequeños de tres o cuatro unidades.
Quedan mucho mejor si se fríen en freidora, lo haremos así:
Ponemos la potencia fuerte pero no al máximo, y cuando empiece a humear un poco (no demasiado, que veamos que humea pero no en demasía) las vamos poniendo en el cestillo de tres en tres, o de cuatro en cuatro si son pequeñas) bajamos el cestillo y lo colocamos dentro del aceite, y como en ese momento este se enfría un poco del frío del congelado, entonces subirle la potencia, para que queden en su punto.
Nos han de quedar doraditas, pero no demasiado oscuras.
De este modo estarán hechas por dentro y con un bonito y apetecible color por fuera.
Ir colocándolas en un plato con papel absorbente, al sacarlas de la freidora, para que queden ligeras, y escurriditas de aceite.
Si las freímos en sartén, mejor que sea una sartén pequeña, poniéndole un dedo como mínimo de aceite de oliva, encendemos el fuego, y cuando empieza a echar un poquitín de humo (no demasiado) las vamos echando de tres en tres o de cuatro en cuatro si son pequeñas, y entonces si subimos más el fuego, ya que las croquetas con el frío de la congelación, habrá enfriado el aceite un poco, así que le damos cañita, y cuando cojan un bonito color, no demasiado oscuro, las vamos sacando y poniéndolas en un plato forrado de papel absorbente, para que escurran el aceite. Y listas para comer.
