• 100 gr. de leche
  • 150 gr. de agua
  • 20 gr. de levadura fresca de panadería
  • 550 gr. de harina de fuerza
  • (aprox. o quizá más si lo precisa)
  • 100 gr. de azúcar
  • 60 gr. de mantequilla
  • 60 gr. de manteca, a trozos
  • 1 pellizcó de sal
  • 1 huevo batido para pintar.
  • Agua de azahar o anís, (para mojar el azúcar que pondremos sobre el corte del suizo)
  1. Echar la leche, el agua, el azúcar, la manteca, y la mantequilla, en el vaso, y programar 2 minutos, temperatura 37 grados a velocidad 1.
  • Añadir la levadura, y programar 4 segundos a velocidad 4.
  • Incorporar la mitad de la harina, y  la sal, y amasar 2 minutos a velocidad espiga
  • Añadir la harina restante, y volver a programar 2 minutos a velocidad espiga.
  • Dejar fermentar una hora mínimo o bien dentro del vaso, abrigada la Thermomix con paños, y una mantita si el ambiente está frío, o en un bol ligeramente enharinado y tapado, en un lugar cálido y sin corrientes.
  • Una vez doblado o triplicado su volumen, dividir en 14 partes o las que queramos, y hacer con ellas bolas, que pondremos en una bandeja forrada de papel de hornear, y aplastaremos con la mano, y le daremos una forma, un poco alargada. Separarlas lo más posible entre ellas, porque al fermentar se pegan mucho si están muy juntas.
  • Una vez colocados todos en la bandeja, con un cuchillo humedecido, hacer un corte encima de cada suizo, dejar que doblen su volumen tapándolos bien (podemos hacerlo, habiendo tenido el horno precalentado a 50 grados, 10 o 15 minutos antes, y mantenerlo fermentando unos dos horas, hasta verlos bien crecidos  (fermentarán antes).
  • Al término de este tiempo, destapar y pintar con huevo batido, y esparcir  azúcar humedecido por todo, sobre todo, por los cortes de los bollos.
  • Precalentar el horno a 200 grados durante unos diez minutos, y hornearlos unos 15 minutos con calor arriba y abajo (yo prefiero SIN ventilador) a 180 ó 200 grados . Vigilad, porque cada horno es un mundo, en temperatura y velocidad, cuando los veamos doraditos, sacarlos, y dejarlos enfriar sobre una rejilla. Y Listos.

Estos ricos bollitos , conocidos como suizos, son una exquisitez, para merendar, desayunar, acompañados de un rico café, té, o chocolate a la taza calentito, y en verano con un rico, helado, o leche de almendras o una rica horchata .

Disfrutaréis, y podemos hacerlos lo pequeñitos que nos gusten, y congelar individualmente (si nos quedan) una vez horneados, en papel transparente de cocina.