• Los entremeses deben servirse sólo en la comida, nunca en la cena, ya que ésta debe empezar con un caldo o una sopa.
  • Si la sopa o el caldo te sale salado, echar un par de rodajas de patata cruda y déjala hervir un poco: la patata absorberá la sal.
  • El pescado fresco, fresco siempre huele a mar, no a amoníaco. Para evitar el olor del pescado en los utensilios de cocina, lavarlos con agua fría, porque el agua caliente lo conserva. Siempre que sea posible hay que cocer los mariscos en agua del mar.
  • Para desalar rápidamente el bacalao ponerlo en agua templada, y si al cocerlo le echas al agua un poco de bicarbonato espolvoreado se queda cómo un guante de suave.
  • A la hora de freír el pescado fresco, no hacia falta lavarlo, basta con secarlo bien con un trapo limpio. Después de freírlo, siempre hay que dejarlo que escurra el aceite sobrante sobre un papel absorbente.
  • Para mejorar el sabor del aceite, basta echar al freírlo, unas cuantas migas de pan empapadas en vinagre y retirarlas cuando cambien de color.
  • Para controlar la cantidad de agua que debe echarse al arroz, aparte de las clásicas 2 tazas por 1 de arroz, siempre hacer la «prueba de la cuchara», poniendo una cuchara de palo en mitad del arroz, si se queda como un soldado, quieta, ya esta listo.
  • Para que la paella quede más suelta, hay que añadir unas gotas de zumo de limón cuando comienza a cocer por igual. Si alguna vez hay que añadir agua al arroz, siempre que esta esté caliente, para que no pare el hervor.
  • Las verduras mejor cocidas sin sal, porque ellas ya tienen de todo, y siempre hay que echarlas cuando hierva el agua, no antes, para que no pierdan color.
  • A las legumbres siempre un remojo a agua fría, a excepción del garbanzo, que siempre en agua templada. Siempre hay que salpimentar al medio de la cocción.
  • Para no perder el color las alcachofas, hay que frotarlas con limón siempre antes de freírlas u hornearlas, si se cuecen, echar medio limón en el agua de cocerlas.
  • Para que no pierda el color el perejil, antes de picarlo, hay que «asustarlo» con un buen chorro de agua fría.
  • Según se dice: toda la carne golpeada y mandada a reposar «no se rebela al asar, cocer o freír y sale más tierna»
  • Poner en leche el jamón para desalarlo, sobre una hora y luego poner bajo el chorro de agua fría.
  • Si en alguna ocasión un guiso se mata por salao, hay que revivirlo con un terrón de azúcar, sino con dos.
  • A las ensaladas siempre hay que añadirles la cebolla y cebolleta un rato antes, así sienta mejor y no huele tanto.
  • Al salero siempre poner unos granos de arroz, así no se apelotona.

Espero que sean de utilidad.

Receta enviada por: Claudia Luisa Debelius Kinsey(La Coruña) a Clubcocinafacil.com

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