GAMBAS AL AJILLO (Tradicional)
INGREDIENTES:
• 1 kilo de gambas peladas (pueden ser frescas o congeladas)
• sal
• un poco de aceite de oliva virgen
• 20 dientes de ajo pelados y laminados muy finitos
• 2 guindillas secas (al gusto) o un poquito de pimienta de cayena, (si no tenemos guindillas o las preferimos menos picantes)
• un poquito de perejil picadito (opcional)
• un chorrito pequeño de vino blanco (opcional)
ELABORACIÓN:
1. Si las gambas son frescas, quitar las colas y las cabezas, las lavamos un poco para quitar las impurezas, quitar las cabezas y pelar. Yo aconsejo quitar el intestino, que es esa hebra entre negra y rojiza, que está en el lomo de la gamba y se transparenta un poco lo haremos con la ayuda de un palillo o la punta de un chuchillo (es fácil sacarla, a mí me gusta hacerlo, pero bueno no pasa nada si se queda dentro, ya que lleva un ratito hacerlo)
2. Una vez listas, preparar en un bol, con un poquitín de sal, y si son congeladas, sacarlas una noche antes y ponerlas en un colador dentro de un bol para que escurran bien toda el agua, y quede en el fondo sin estar en contacto con la gamba, y cuando vayamos a prepararlas, sacarlas del colador escurrirlas y secarlos mucho entre bastante papel de cocina, o uno o dos paños de algodón (han de quedar muy sequitas) quitar igualmente el intestino como con las frescas, y espolvorearlas como las frescas con un poquito de sal.
3. Pelar y laminar todos los ajos, que queden finitos, y poner en una sartén con el aceite no demasiado caliente para que esto no se quemen, y dorarlos ligeramente, acompañados de las guindillas (si nos gustan picantes pondremos más de dos guindillas) sacarlos para que no se nos quemen, y reservar en un platito, y en ese aceitito echar las gambas, subimos el fuego, y tener unos cuantos minutos, dándole unas vueltas (soltarán líquido, al minutos de echarlas, pero es normal, y sobre todo, si han estado congeladas más) añadir un chorrito de vino blanco y dejar que evapore, siempre con el fuego fuerte.
4. Añadirle los ajitos y guindillas reservados y dar unas vueltas. Espolvorear con un pelín de perejil picado una vez en el plato, si se desea. Se sirven en cazuelita de barro preferentemente, y a comer, con un rico pan, y una buena copa de vinito blanco.
5. Las gambitas al ajillo, se hacen al tiempo de comerlas, ya que están ricas recién hechas, no es una cosa que se hagan para más tarde, lo ideal es hacer y comer, y como son tan fáciles y rápidas no representará gran problema.
Riquísimas.